UDUAL y UAM-I propician espacios de diálogo y visualización de la diversidad sexual y población trans

Durante la segunda sesión del seminario virtual Población trans y diversidad sexual en las universidades, organizado por  la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL) y la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa (UAM-I), las representantes de la Red Universitaria de Géneros, Equidad y Diversidad Sexual (RUGEDS) de la UDUAL, Analhi Aguirre, y de la Unidad de Género de la UAM-I, Socorro Damián, aseguraron que éste es un esfuerzo para visualizar a todas las expresiones en un marco del respeto a los derechos humanos de las personas y propiciar un espacio de diálogo e intercambio de ideas.

“Sabemos que existe un poder de heteronormatividad, que es el sistema capitalista que nos afecta a todos, a unos más que a otros específicamente en el campo laboral, lo que representa un punto central para las personas trans, que no encuentran un espacio, como les sucedió a otras manifestaciones”, indicó Analhi Aguirre, quien subrayó la importancia de celebrar este tipo de ejercicios académicos.

Asimismo, Socorro Damián aseguró que la diversidad no es un tema, es una situación de vida, por ello, “en la UAM Iztapalapa hemos creado espacios para que los estudiantes expresen su sentir, ya que aquello que no se nombra se excluye”.

En su ponencia ¿Feminismo crítico de género o Feminismo Transexcluyente?, Angie Rueda Castillo, promotora de derechos humanos y no discriminación de la población de la diversidad sexogenérica, mujer transexual y transfeminista activista de la Colectiva Cuarto Violeta, explicó que el feminismo radical transexcluyente constituye una vertiente antagonista y odiante en contra de las mujeres trans dentro de los feminismos que divide a las mujeres, ya que no buscan el diálogo respetuoso, el intercambio abierto de argumentos o la discusión razonada.

Rueda Castillo se declaró totalmente en contra del “borrado” de las mujeres en la historia, la vida social, las leyes y las políticas públicas y en el lenguaje, “pero de todas las diversas mujeres que somos, incluyendo a las trans, lesbianas y a todas aquéllas en condiciones y circunstancias de opresión y con identidades violentadas en riesgo”.

Por su parte, Mariana Vásquez Cortés, Coordinadora del Centro de Género e Inclusión en Universidad El Bosque, comentó que el escenario de fronteras borradas, que la pandemia ha acentuado, es diferente y positivo, ya que la conectividad beneficia la interacción política de los movimientos feministas, pero persisten los marcos establecidos, ya que, aunque la enunciación de las políticas activistas que han trascendido surgen, muchas de ellas principalmente en México, en este momento las actividades feministas se tejen a nivel latinoamericano y han logrado trascender América Latina y el Caribe hacia los países europeos e incluso Asia, pero los marcos establecidos siguen dictando roles que demandan afectos sociales por lo binario y por lo heteronormativo.

Vásquez Cortés aseguró que el feminismo contemporáneo debe apuntar a la deconstrucción del mandato de masculinidad absoluto, “debemos encontrar el camino para el reconocimiento de la diversidad humana en clave de derechos humanos y dicho reconocimiento debe obligatoriamente plantearse desde las universidades, pues es en ellas donde se forman las instituciones y sus mandatarios, por lo que las universidades deben asumir una política feminista para poder generar escenarios de transformación social, concluyó. 

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