El lenguaje inclusivo no es un fenómeno meramente lingüístico o gramatical, representa un posicionamiento político: Irma Munguía Zatarain

La Red Universitaria de Géneros, Equidad y Diversidad Sexual (RUGEDS) de la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL) y la Unidad de Género de la UAM-I llevaron a cabo el foro Lenguaje inclusivo: nuevas perspectivas desde las universidades.

En la primera sesión, Irma Munguía Zatarain, académica e investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Iztapalapa, dictó la conferencia titulada Desde la lingüística, ¿qué se puede decir acerca del lenguaje inclusivo?, donde señaló que el lenguaje inclusivo no es un fenómeno meramente lingüístico o gramatical, sino que representa un posicionamiento político, una postura respecto a la marginación de las mujeres y de los homosexuales en nuestras sociedades machistas. “Es una expresión de descontento y de inconformidad social que trata de hacerse oír en el aplastante mundo patriarcal. Es un reclamo legítimo que tiene un objetivo social”.

El lenguaje inclusivo no puede tildarse de ser una tontería o una cortina de humo que distrae la atención de lo importante, comentó la también autora, al tiempo que aseguró que hay que tener cuidado de que no se convierta en un recurso para únicamente aplacar las conciencias oficiales o para consolar y darles por su lado de manera condescendiente a las mujeres, los homosexuales, a las personas transgénero, “hay que considerar que un lenguaje inclusivo no puede reducirse al empleo eufemístico de algunas formas o expresiones que muchos hablantes podrían emplear sólo para quedar bien o para ser políticamente correcto”.

La especialista explicó que el lenguaje incluyente parte de la ideal de que la lengua y su gramática, en cierta forma, forjan la realidad de quienes la emplean y que han desplazado, minimizado e invisibilizado las identidades femeninas y las orientaciones o identidades sexuales distintas, diferentes, debido a que lo que no se nombra no existe.

Irma Munguía Zatarain, académica e investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Iztapalapa

Munguía Zatarain señaló que el lenguaje inclusivo trata de visibilizar a los grupos ignorados e intenta romper el androcentrismo, el heterocentrismo y la heterosexualidad, sin embargo, resaltó que existen obstáculos ya que el uso del desdoblamiento (señoras y señores) podría fortalecer la idea binaria de la realidad, “cuando sabemos que las identidades, las subjetividades e incluso los cuerpos no son binarios, sino que existen muchas posibilidades”.

“En ciertos contextos sí es bueno usar ciertas palabras o expresiones con un significado abstracto o colectivo con los que ya cuenta la lengua en lugar de utilizar el masculino o el desdoblamiento (en lugar de el hombre, el ser humano). También habría que tener cuidado en no caer en la hipercorrección en el afán de utilizar un lenguaje inclusivo. Pero sí creo que es necesario actualizar las reglas sociales, las leyes, pero también tenemos que cambiar las distintas prácticas discursivas, no gramaticales”.

Irma Munguía aseguró que el lenguaje inclusivo tendría que representar un camino distinto sin juicios misóginos y homofóbicos, sin prejuicios para transitar hacia un orden social no machista ni necesariamente binario, aunque las propuestas actuales no resuelven todos los problemas. “Tenemos que reconocer que el lenguaje ha sido una fuente de violencia simbólica perpetuada por estereotipos de género, pero el empleo del lenguaje incluyente por sí solo no elimina la desigualdad. Hay que luchar y lograr un cambio en todos los ámbitos para no quedarnos en la superficie”, concluyó.

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