Ciudad de México, 17 de octubre de 2019
La Unidad Politécnica de Gestión con Perspectiva de Género del Instituto Politécnico Nacional llevó a cabo el “Congreso Internacional en Estudios de Género del IPN: Alternativas y miradas críticas a la inclusión y la igualdad sustantiva” los días 16, 17 y 18 de octubre en las instalaciones de Instalaciones de la Biblioteca Nacional de Ciencia y Tecnología “Víctor Bravo Ahuja”.
El encuentro contó con la participación de investigadoras, alumnado, docentes y autoridades, quienes externaron sus inquietudes sobre temas de género, estereotipos, discriminación y diversidad sexual. Entre las problemáticas discutieron sobre la violencia que ha tenido lugar en Instituciones de Educación Superior (IES) mexicanas, así como del escaso espacio que le otorgan a las mujeres en la educación superior.
En la mesa “La violencia de género en las Instituciones de Educación Superior: Reflexiones desde la academia” se ejemplificaron diferentes problemáticas a partir de las investigaciones de la doctora Alba Esperanza García López, quien desde la psicología alude al tema de la violencia como un fenómeno estructural, que se ha convertido en un elemento de la vida cotidiana.
La investigadora también señaló que la violencia es el reflejo de todos los contextos y, por ello, “ninguna violencia está separada, ni cultural, ni estructuralmente”, destacó. En tanto, todas estas violencias conllevan a la llamada “naturalidad respecto al orden de género”, la cual desemboca en desigualdades culturales, económicas y políticas.
Finalmente, García citó que actualmente en la educación superior persisten desigualdades en algunas carreras universitarias, espacios de docencia, así como pocos espacios para mujeres en el ejercicio de puestos directivos. La académica afirmó que es necesario reivindicar algunos protocolos de género, sobre todo en materia de la revictimización de los implicados.
Por su parte, la doctora Analhi Aguirre, coordinadora de la Red Universitaria de Géneros, Equidad y Diversidad Sexual de la UDUAL señaló que cuando pensamos sobre la violencia de género desde la academia, debemos situarnos no sólo en un espacio, sino también en un tiempo. Cualquiera sea el conflicto que deba solucionarse, por parte de los agentes involucrados en todo lo que significa la educación superior.
Aguirre señaló que “hay constantes al momento de implantar políticas de prevención de la violencia de géneros en las universidades y otros ámbitos que deben revisarse con frecuencia para no dejar de ser consecuentes con lo que estamos apoyando y difundiendo”. Asimismo, afirmó que es importante cuestionar el uso del lenguaje como una huella de representación heteronormativa y binaria. Por otro lado, se han suscitado casos en donde las IES no son incluyentes en sus discursos o felicitaciones; sin embargo, “el lenguaje está relacionado con acontecimientos, una experiencia en especial, y debe ser tan amplio, con reglas tan flexibles para que cualquier comunidad universitaria pueda sentirse reconocida, cómoda y representada”, aseveró.
Para finalizar, la doctora Gabriela Delgado Ballesteros, investigadora del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE-UNAM) reiteró que la igualdad sustantiva no se ha logrado aún en Mexico. Señaló que es necesario ir “deconstruyendo” los tipos de violencia, ya que hay veces que son pequeñas discriminaciones cotidianas y naturalizadas. Además ahondó en los problemas de violencia que vive principalmente el alumnado.
Ballesteros puntualizó que el gaslighting es un patrón de abuso emocional en las aulas, en donde los abusadores les hacen dudar a las personas de su percepción en materia de preferencias sexuales o prácticas culturales, mientras que el sexting es otra de las problemáticas comunes en la Educación Superior, ya que se ha abusado del consentimiento de las personas para difundir videos o conversaciones íntimas; en ambos casos las autoridades universitarias no han tenido los protocolos necesarios para enfrentarlos.
En tanto, la académica refirió que es necesario hablar de género y violencias para las IES, ya que forman profesionistas bajo principios que contribuyen al desarrollo, la ciencia y el bienestar de las personas. Por ello es importante establecer protocolos y mecanismos para proteger la integridad y dignidad de las personas ante estos hechos delictivos.
